domingo, 28 de octubre de 2007

Todo un padrazo

Pongo en situación: Lucas y Sara están casados y tienen una niña: Michelle :)

La pequeña Michelle tenía cuatro meses, Lucas y Sara sólían turnarse a la hora de levantarse por la noche si la niña lloraba o si había que darle de comer.
Aquella noche, Lucas estaba desvelao, un caso que se les hacía cuesta arriba le quitaba el sueño, no hacía más que pensar, no podía dar vueltas en la cama porque Sara estaba abrazada a él.
De repente, Alba emitió unos leves sonidos, no lloraba, ni se quejaba, pero Lucas decidió levantarse e interesarse por ella.
S:"¿Dónde vas?- medio dormida
L:"Voy a ver a Michelle, creo que llama"
S:"Ah, voy yo, que me toca a mí"-haciendo ademán de levantarse
L:"Schhsss, no, voy yo"-dijo en voz baja-"no puedo dormir..."-dijo resignado
S:"Como quieras"-dándose la vuelta para coger nueva posición en la cama
Lucas encendió la tenue luz de la mesilla y se asomó por la barandilla de la cuna.
L:"¿Qué pasa Michelle?"-susurrando
La pequeña lo miró con los ojos muy abiertos y empezó a moverse
L:"¿No puedes dormir?"-siguió preguntándole en voz bajita, y después de observarla un rato, y ver que estaba intranquila, decidió cogerla, le dió un suave beso en la mejilla, y se la llevó para no molestar a Sara.

L:"¿Tienes hambre?-mientras caminaba por el pasillo camino de la cocina-"aún no te toca, pero si quieres..."
Lucas le preparó el biberón y se sentó con ella en el sofá del salón. Michelle comenzó a tragar con ganas mientras miraba a su padre con los ojos muy abiertos, él la observaba con cariño mientras le daba el biberón como un auténtico experto.
L:"O sea que al final tenías hambre ¿eh pequeña?"-se levantó y esperó a que echara el aire dándole suaves palmaditas en la espalda y dando unos pasos hacia delante y otros hacia atrás, casi como si bailara con ella. A Lucas le pareció que la niña estaba muy despejada para echarla a dormir, así que decidió sentarse de nuevo en el sofá y tumbarla sobre su pecho. Michelle le daba mucha paz, la quietud que él necesitaba después de un duro día de trabajo, estar con sus niñas como él decía, era la mejor medicina. Por el día las echaba mucho de menos, así que ahora, ese momento, lo iba a disfrutar.
Comenzó a hablarle, a contarle las preocupaciones por el trabajo, las dificultades del caso que llevaban. Michelle lo observaba atenta como si entendiera lo que le estaba contando. Lucas, por su parte, estaba convencido que la niña le entendía.

Sara miró el reloj, había pasado una hora y no habían vuelto todavía. Algo extrañada, se levantó a "investigar" y a medida que se acercaba al salón, oyó a Lucas hablar, se asomó sin entrar y allí estaban los dos: él semiechado y sujetando a la niña sobre su pecho. La imagen era enternecedora, Sara sonrió y sin querer romper ese momento padre-hija, volvió a la cama sin decirles nada.

2 comentarios:

Cintia Fernández dijo...

Ojalá los guionistas también pensasen en estas cosas...

Aunque, termine como termine, siempre nos quedarán estos relatos para soñar!

susii dijo...

ola wapa k bien k escribes :D
ojala pasara en la serie pero aunq no pase ya sabemos k sera un padrazo , os imaginais a sara embarazada en esta nueva temporada sería ... jajaj

susi