Hace un día estupendo, brilla el sol, el cielo es azul intenso y está acompañado de nubes muy blancas de diferentes formas y tamaños, corre una suave brisa que alivia el calor, el agua está en una temperatura agradable, estamos en una zona tranquila, todo es espectacular, mejor de lo que había soñado...
Hace poco nos hemos dado un baño, el primero desde que estamos aquí, ya que cuando llegamos, estábamos tan agotados que nos dormimos enseguida, sin deshacer ni siquiera el equipaje. Así que en cuanto he abierto los ojos esta mañana y he visto toda la luz que intentaba colarse en la habitación, de un salto me he levantado y he ido a admirar la vista desde la ventana, entonces, Lucas se ha despertado, le he mirado y nos hemos saludado con una de nuestras mejores sonrisas...seguidamente, ha dado unas ligeras palmaditas sobre la cama para indicarme que debía volver allí junto a él...yo, que lo había echado tanto de menos, estaba hasta nerviosa, ya que era como otra primera vez, íbamos a hacer “borrón y cuenta nueva”...
...
Lucas hubiera preferido quedarse más rato en la cama, pero fui yo quien le arrastró literalmente hacia la playa. Así que después de un magnífico desayuno-bueno, era casi la hora de comer-llegamos al ansiado lugar y fuimos a darnos el primer chapuzón: nuestro primer bañito juntos...parecía que nunca iba a llegar, que nunca iba a suceder, que después de todo lo ocurrido entre nosotros, se iba a quedar en una mera ilusión, en una tonta fantasía, en algo imposible de hacerse realidad...pero tenerlo a él abrazado a mí mientras nos mecían las olas, susurrándome cuánto me quería,...estar viviendo todo lo que había soñado, superaba con creces la cualquier imaginación.
Así pues, ahora estamos sobre unas esteras que nos ha facilitado el hotel. Lucas está tumbado, con los ojos cerrados. Yo, estoy sentada a su lado, apoyada sobre mis manos con las piernas estiradas, no puedo dejar de admirar el paisaje, el cielo, el horizonte, las olas, la gente...miro a Lucas, y él está feliz, como yo, estamos tranquilos, en paz, sin que nadie nos juzgue ni prohíba
Lucas:”¿En qué piensas?”-algo preocupado al ver me como ida
Sara:”En nada”-le miro con cariño.”Sólo disfruto de todo esto”-y le sonrío
Entonces él, aliviado, me contesta con otra sonrisa, se acerca y cambia de posición, descansa su cabeza sobre mis piernas, mientras mis dedos juegan con su mojado pelo
Tía, qué bonito. Ojalá hicieran algo así, de verdad. Es que nos lo deben.
ResponderEliminarYo creo que cuando llegue el final de la serie, será algo así.
Gracias Cintia ;), tú siempre aquí :)
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