Hacía apenas un mes que Lucas y Sara habían reanudado su relación. Paco ahora lo consentía, lo que no quería decir que le gustara ver a su pequeña y a su “medio hijo” dándose contínuas muestras de cariño delante de sus narices.
Lucas que lo había captado, trataba de hacérselo entender a Sara, quien siempre respondía que a su padre ya no le importaba que estuvieran juntos y eso había que aprovecharlo.
Era un sábado por la mañana, temprano para ser sábado, pongamos las 8:30h. Sara se levantó cuando oyó que sus padres se iban a abrir el bar, cogió las llaves del piso de Lucas y fue a hacer una visita a su chico. Abrió la puerta con cuidado. Estaba todo en silencio, ni Mariano ni Lucas se habían levantado, así que de puntillas y con su clásica sonrisa pícara, se dirigió a la habitación de Lucas. No estaba cerrada, solo vuelta, empujó despacio y una vez dentro la cerró tras de sí. Lucas estaba boca abajo, sin camiseta, con un brazo encima de la almohada y a medio tapar. Sara amplió su sonrisa y se acercó a la cama. Se sentó y comenzó a darle pequeños besos por la espalda y el hombro. Lucas abrió los ojos y giró la cabeza para comprobar que no lo estaba soñando.
Sara: “Buenos días dormilón”
Lucas: “Sara...¿cómo?...¿cuánto tiempo llevas aquí? (aún aturdido)
Sara: “Vaya”-se incorpora-¿esa es tu manera de darme los buenos días?
Lucas: “Claro que no”-se acerca y le besa la frente- “Buenos días princesa”
Sara le respondió con una gran sonrisa: “Hoy me apetecía venir a despertarte”-se abraza a él
Lucas: “Ya veo ya”-le corresponde con otro abrazo a la vez que le acaricia el pelo.
Sara: “¿Tienes sueño?”
Lucas: “No especialmente”-dice desperezándose, la mira a los ojos y acaba sonriéndole maliciosamente.
Sara: “Podemos acabar lo de anoche...”-y comienza a besarle el cuello
Lucas: “Uummm por mí vale”- le coge la cara con ambas manos y la besa dulcemente en los labios.
Tenían bastante complicado el poder disfrutar de un poquito de intimidad...
Lucas estaba en plena faena de quitarle la camiseta a Sara, cuando de repente paró en seco incorporándose: “Espera”-dijo casi sin aliento
Sara: “¿Qué pasa?”-extrañada
Lucas: “Voy a poner una señal en la puerta para que Mariano no entre”
Y mientras Sara sonreía, Lucas buscaba algo que colgar en el pomo, revolvió su amontonada ropa, y finalmente cogió el cinturón de unos vaqueros y fue a colocarlo. Justo al abrir la puerta se encontró a Mariano que entraba en el baño.
Mariano: “Buenos días”
Lucas: “Eh...buenos días, esto...que...”
Mariano: “¿Qué quieres Lucas?”
Lucas: “Eh...”-mira hacia su habitación-“que...que está Sara”-dice rápidamente-“y que entro yo un momento”-se cuela rápidamente en el baño.
Mariano: “¡Qué cabrón eres tío! Siempre haces igual, estaba yo primero"- protestaba el pobre Mariano mirando la puerta del baño. Luego miró hacia la habitación de Lucas, estaba la puerta ligeramente abierta, no quiso mirar más para no ver cosas que no quería, entonces, Lucas salio y le dio unos golpes en el pecho mientras le decía:
Lucas: “Gracias tío”-y se fue corriendo a la habitación
Mariano negó con la cabeza y entró al baño.
Lucas tumbándose en la cama: “¿Por dónde íbamos?”
Sara: “Ya ni me acuerdo”-con una mano sujetando su cabeza como el que espera aburrido.
Lucas: “A ver”-comezando de nuevo a darle pequeños besitos en cuello, barbilla, mejilla y labios...
...
Lucas que lo había captado, trataba de hacérselo entender a Sara, quien siempre respondía que a su padre ya no le importaba que estuvieran juntos y eso había que aprovecharlo.
Era un sábado por la mañana, temprano para ser sábado, pongamos las 8:30h. Sara se levantó cuando oyó que sus padres se iban a abrir el bar, cogió las llaves del piso de Lucas y fue a hacer una visita a su chico. Abrió la puerta con cuidado. Estaba todo en silencio, ni Mariano ni Lucas se habían levantado, así que de puntillas y con su clásica sonrisa pícara, se dirigió a la habitación de Lucas. No estaba cerrada, solo vuelta, empujó despacio y una vez dentro la cerró tras de sí. Lucas estaba boca abajo, sin camiseta, con un brazo encima de la almohada y a medio tapar. Sara amplió su sonrisa y se acercó a la cama. Se sentó y comenzó a darle pequeños besos por la espalda y el hombro. Lucas abrió los ojos y giró la cabeza para comprobar que no lo estaba soñando.
Sara: “Buenos días dormilón”
Lucas: “Sara...¿cómo?...¿cuánto tiempo llevas aquí? (aún aturdido)
Sara: “Vaya”-se incorpora-¿esa es tu manera de darme los buenos días?
Lucas: “Claro que no”-se acerca y le besa la frente- “Buenos días princesa”
Sara le respondió con una gran sonrisa: “Hoy me apetecía venir a despertarte”-se abraza a él
Lucas: “Ya veo ya”-le corresponde con otro abrazo a la vez que le acaricia el pelo.
Sara: “¿Tienes sueño?”
Lucas: “No especialmente”-dice desperezándose, la mira a los ojos y acaba sonriéndole maliciosamente.
Sara: “Podemos acabar lo de anoche...”-y comienza a besarle el cuello
Lucas: “Uummm por mí vale”- le coge la cara con ambas manos y la besa dulcemente en los labios.
Tenían bastante complicado el poder disfrutar de un poquito de intimidad...
Lucas estaba en plena faena de quitarle la camiseta a Sara, cuando de repente paró en seco incorporándose: “Espera”-dijo casi sin aliento
Sara: “¿Qué pasa?”-extrañada
Lucas: “Voy a poner una señal en la puerta para que Mariano no entre”
Y mientras Sara sonreía, Lucas buscaba algo que colgar en el pomo, revolvió su amontonada ropa, y finalmente cogió el cinturón de unos vaqueros y fue a colocarlo. Justo al abrir la puerta se encontró a Mariano que entraba en el baño.
Mariano: “Buenos días”
Lucas: “Eh...buenos días, esto...que...”
Mariano: “¿Qué quieres Lucas?”
Lucas: “Eh...”-mira hacia su habitación-“que...que está Sara”-dice rápidamente-“y que entro yo un momento”-se cuela rápidamente en el baño.
Mariano: “¡Qué cabrón eres tío! Siempre haces igual, estaba yo primero"- protestaba el pobre Mariano mirando la puerta del baño. Luego miró hacia la habitación de Lucas, estaba la puerta ligeramente abierta, no quiso mirar más para no ver cosas que no quería, entonces, Lucas salio y le dio unos golpes en el pecho mientras le decía:
Lucas: “Gracias tío”-y se fue corriendo a la habitación
Mariano negó con la cabeza y entró al baño.
Lucas tumbándose en la cama: “¿Por dónde íbamos?”
Sara: “Ya ni me acuerdo”-con una mano sujetando su cabeza como el que espera aburrido.
Lucas: “A ver”-comezando de nuevo a darle pequeños besitos en cuello, barbilla, mejilla y labios...
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ola wapaaaa !!
ResponderEliminarpreciosooo , sigue cn la historia m encanta y ademas es super real es como un inicio de temporada para mí xD .
Gracias !!!
su
Bueno, la verdad es que son historietas sueltas que escribí hace tiempo...
ResponderEliminarMe alegro que te gusten, y gracias a ti por darte una vuelta por aqui y comentar ;)
Me ha encantado esta historia también. Pobre Mariano, qué bien que se porta con la parejita, :)
ResponderEliminarUn besito grande guapa!
Gracias a ti también Julia, la verdad es que si me pongo a pensar mucho, no pondría ningún relato, me dan demasiada vergüenza, jejeje, pero bueno..
ResponderEliminarUn besito
Me ha gustado mucho la historia.
ResponderEliminarEspero que continues deleitándonos con estos relatos que están super bien!!
~Nika~
Me alegro que te gusten Nika, como véis, son muy simples, son situaciones que se me ocurrían de repente y las escribía sin cuidar demasiado los textos..
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