lunes, 1 de octubre de 2007

Una vida en común (II) by Sara y Lucas

Y llegó el esperado y a la vez temido día. Fuí yo quien le comunicó a mi padre que iba a vivir con Lucas, él estaba a mi lado, sentado en el sofá, cogido de mi mano, estaba más nervioso que yo, pero se hacía el valiente y disimulaba como podía...Papá no dijo mucho, apenas unas frases: “me lo imaginaba”, “y...¿lo habéis pensado bien?”, “Sara, eres muy joven..”, lo de siempre...si ya estaba algo distante con Lucas, ahora lo estaría más.
Al cabo de una semana, ya estaba instalada en mi nuevo hogar. Lucas le pidió a Jimmy que pintase la habitación del color que habíamos hablado, compramos algunos muebles nuevos también para la habitación, poco a poco la fuimos arreglando a nuestro gusto, bueno, más bien al mío, ya que Lucas me complacía en todo, solo se quejó cuando apenas le dejé sitio en el armario.
Yo había comenzado las clases. Empecé un módulo de farmacia ya que yo quería trabajar en comisaría, y ya que el trabajo de mi tía me parecía apasionante, ella me aconsejó que estudiara algo relacionado con laboratorio, además de unos cursos específicos, y así tendría posibilidades de entrar como ayudante de la policía científica. Algunas tardes iba a comisaría, y me limitaba a observar el trabajo de Silvia, además de estar un ratito con Lucas claro, y si algún caso que llevaban ellos, estaba la científica de por medio, me sentía importante “trabajando” con ellos, bueno, yo sólo miraba y escuchaba, pero para mí era mucho...aunque esto ocurría muy pocas veces...Me iba a aplicar mucho con los estudios, tenía que sacarlo como fuera..

El día que elegimos para que Sara se mudara por fin, fue un sábado, así tendríamos más tiempo en fin de semana de terminar de organizarlo todo, bueno, esa mañana me tocó trabajar, no quiero pensar que Paco tuviera nada que ver con eso...
Yo había disfrutado mucho hablando con Sara sobre las reformas que íbamos a hacer a nuestra casa: el color de las paredes, el nuevo armario, las cortinas, la lamparita de noche, la nueva cafetera, la cortina del baño,...todos y cada uno de los detalles, y eso que Paco lo puso un día en duda,...¡qué poco me conoce!...
Llegué un poco tarde, pero a tiempo para comer. Sara y Carlota habían preparado la comida, y Mariano nos acompañó también, así por la tarde, me ayudaría a terminar de montar unos muebles y colgar unos cuadros...
No veía el momento de quedarme a solas con ella, Paco y Lola llegaron a media tarde para ver cómo nos había quedado, Paco era la primera vez que entraba en nuestra habitación, y no puso demasiado entusiasmo como era de esperar...y eso que Lola no paraba de decirnos lo bonita que nos había quedado...Sara sonreía feliz agarrada del brazo de su madre, yo no pude evitar sonreir también, mientras pensaba que iba a demostrarles a todos que Sara sería muy feliz conmigo, y yo con ella, y algún día Paco, tendría que reconocer que se había equivocado al dudar si yo era o no el adecuado para su hija...

3 comentarios:

Elena dijo...

como siempre precioso!

a ver si los guionistas se pasan por aqui y aprenden que es lo que queremos,,, seria tan feliz si esto se hiciera realidad,,,

un besoo

Anónimo dijo...

Uenassss

Uaaa que bonito y por lo menos paco en tu historia se pasa por la casa pero seguro que los guionistas ni hacen que paco este como siempre con lucas ademas el pollomoco va a seguir dando el porculin de siempre el muy toca pelotes
aiiii ojala todo fuera de color de rosa pero si no no tendria emocion la cosa pero nos hacen sufrir mucho.

Muchos besos!

Blanca dijo...

Pues si, y como los guionistas no nos "dan" lo que queremos ver, por eso escribo lo que a mi me gustaría que pasase, y soñamos un poquito ¿no?

Gracias por comentar niñas!