Llegaron al restaurante, que no estaba muy lejos de la ermita, también estaba a las afueras y estaba rodeado de árboles, alguna fuente, un pequeño lago y una noria...un bonito lugar en el cual aprovecharon a hacerse unas cuantas fotos más.
Cuando entraron al comedor, iban cogidos de la mano, todo el mundo los recibió con aplausos y con los vítores típicos de “vivan los novios”, ellos algo abrumados, pero muy contentos y felices, sonreían a los invitados, y luego se miraban entre ellos con una amplia sonrisa.
Ocuparon su mesa, solo faltaban ellos en acomodarse. Sara tenía a su derecha a su padre, seguido de doña Concha, y Lucas tenía a su izquierda a Lola seguida de don Lorenzo.
Durante toda la comida, los novios se dedicaron infinidad de miradas, sonrisas, algún que otro beso rápido en la mejilla, alguna frase susurrada al oído...aprovechando lo ocupados que estaban el resto de saborear y disfrutar del menú nupcial.
En los brindis, Paco fue el primero en “abrir fuego”, se levantó copa en mano y requirió un momento de atención a todos para que escucharan lo que iba a decir, y lo consiguió, ya que todo el mundo miraba a Paco expectante, después de todo lo que habían pasado Sara y Lucas para que él entendiera por fin su relación y aceptara a Lucas como “novio oficial” de su hija, todos querían escucharlo:
“Quería dedicar este primer brindis a dos personas muy especiales para mí” (miró hacia la pareja). “A Sara, mi hija, el regalo más bonito que tenemos su madre y yo, la persona con la sonrisa más linda del mundo, que hace que olvides todo lo malo, con esa dulzura, esa ternura y esa felicidad que irradia...y eso, es en gran parte gracias a Lucas” (dirige su mirada hacia él, quien al nombrarlo, no puede evitar sentir cierta vergüenza al ser el centro de atención, y baja su mirada levemente para luego volverla a subir y escuchar con atención). “El, otra de las personas que más quiero, por su valentía, su sensibilidad, porque supo perdonarme, porque cuida de mi niña, porque la quiere...soy muy feliz de tenerlos cerca de mí, y que Sara te haya elegido a ti” (empieza a emocionarse) – Entonces, la pareja se acerca para abrazarle y darle un beso.
Mariano interrumpe el emotivo momento:”Yo también quiero brindar por mi amigo, bueno, mi hermano...y por Sarita, su preciosa esposa, a la que quiero como parte de mi familia, os deseo toda la felicidad del mundo (levanta la copa)...Ah!! y me pido ser el padrino de vuestro primer niño”- Todos ríen menos Paco que se apresura a decir:”¿No vas un poco deprisa tú?” (medio en broma medio en serio)
Lola también quiso tener “su momento”: “Os deseo todo lo mejor...y a ti Lucas, gracias por querer a Sara” (y emocionada se acerca a abrazarlos)
“Yo no voy a ser menos” (dijo Sara intentando pedir un poquito de atención) “Quiero brindar por ti Lucas, por hacer realidad todos mis sueños, y por hacerme un hueco en tu corazón, ya sabes, te querré siempre, siempre, siempre...” –Lucas se acerca a Sara y le responde con suave pero dulce beso en los labios, no muy largo porque él también quería hacer su brindis, carraspeó como era habitual en él para que su voz saliera lo más clara posible. Todo el mundo volvió a callarse y Lucas con la copa en una mano y con la otra sosteniendo la mano de Sara dijo:”Yo le dedico el brindis a la persona que un día me devolvió a la vida, la que me enseñó a sentir, a disfrutar, a tener ilusión, a querer, a amar...y no es que tengas un hueco en mi corazón, es que tú lo ocupas entero” (Sara amplió su sonrisa muy orgullosa) ...”y que ahora mismo hay un tormentón...” (ambos rieron y acabaron dándose un gran beso). Nadie sabía lo de su “código secreto”, y no entendieron el significado de las últimas palabras de Lucas, ante el murmullo que se formó, Lucas se volvió a todos y les aclaró “que la quiero mucho vamos” y ambos empezaron a reir divertidos, muchos seguían si entender demasiado, pero hacían ver que lo tenían todo más claro, Sara se abrazó con fuerza a Lucas y éste la acogió con gran ternura mientras le besaba en la frente.
Cuando entraron al comedor, iban cogidos de la mano, todo el mundo los recibió con aplausos y con los vítores típicos de “vivan los novios”, ellos algo abrumados, pero muy contentos y felices, sonreían a los invitados, y luego se miraban entre ellos con una amplia sonrisa.
Ocuparon su mesa, solo faltaban ellos en acomodarse. Sara tenía a su derecha a su padre, seguido de doña Concha, y Lucas tenía a su izquierda a Lola seguida de don Lorenzo.
Durante toda la comida, los novios se dedicaron infinidad de miradas, sonrisas, algún que otro beso rápido en la mejilla, alguna frase susurrada al oído...aprovechando lo ocupados que estaban el resto de saborear y disfrutar del menú nupcial.
En los brindis, Paco fue el primero en “abrir fuego”, se levantó copa en mano y requirió un momento de atención a todos para que escucharan lo que iba a decir, y lo consiguió, ya que todo el mundo miraba a Paco expectante, después de todo lo que habían pasado Sara y Lucas para que él entendiera por fin su relación y aceptara a Lucas como “novio oficial” de su hija, todos querían escucharlo:
“Quería dedicar este primer brindis a dos personas muy especiales para mí” (miró hacia la pareja). “A Sara, mi hija, el regalo más bonito que tenemos su madre y yo, la persona con la sonrisa más linda del mundo, que hace que olvides todo lo malo, con esa dulzura, esa ternura y esa felicidad que irradia...y eso, es en gran parte gracias a Lucas” (dirige su mirada hacia él, quien al nombrarlo, no puede evitar sentir cierta vergüenza al ser el centro de atención, y baja su mirada levemente para luego volverla a subir y escuchar con atención). “El, otra de las personas que más quiero, por su valentía, su sensibilidad, porque supo perdonarme, porque cuida de mi niña, porque la quiere...soy muy feliz de tenerlos cerca de mí, y que Sara te haya elegido a ti” (empieza a emocionarse) – Entonces, la pareja se acerca para abrazarle y darle un beso.
Mariano interrumpe el emotivo momento:”Yo también quiero brindar por mi amigo, bueno, mi hermano...y por Sarita, su preciosa esposa, a la que quiero como parte de mi familia, os deseo toda la felicidad del mundo (levanta la copa)...Ah!! y me pido ser el padrino de vuestro primer niño”- Todos ríen menos Paco que se apresura a decir:”¿No vas un poco deprisa tú?” (medio en broma medio en serio)
Lola también quiso tener “su momento”: “Os deseo todo lo mejor...y a ti Lucas, gracias por querer a Sara” (y emocionada se acerca a abrazarlos)
“Yo no voy a ser menos” (dijo Sara intentando pedir un poquito de atención) “Quiero brindar por ti Lucas, por hacer realidad todos mis sueños, y por hacerme un hueco en tu corazón, ya sabes, te querré siempre, siempre, siempre...” –Lucas se acerca a Sara y le responde con suave pero dulce beso en los labios, no muy largo porque él también quería hacer su brindis, carraspeó como era habitual en él para que su voz saliera lo más clara posible. Todo el mundo volvió a callarse y Lucas con la copa en una mano y con la otra sosteniendo la mano de Sara dijo:”Yo le dedico el brindis a la persona que un día me devolvió a la vida, la que me enseñó a sentir, a disfrutar, a tener ilusión, a querer, a amar...y no es que tengas un hueco en mi corazón, es que tú lo ocupas entero” (Sara amplió su sonrisa muy orgullosa) ...”y que ahora mismo hay un tormentón...” (ambos rieron y acabaron dándose un gran beso). Nadie sabía lo de su “código secreto”, y no entendieron el significado de las últimas palabras de Lucas, ante el murmullo que se formó, Lucas se volvió a todos y les aclaró “que la quiero mucho vamos” y ambos empezaron a reir divertidos, muchos seguían si entender demasiado, pero hacían ver que lo tenían todo más claro, Sara se abrazó con fuerza a Lucas y éste la acogió con gran ternura mientras le besaba en la frente.
2 comentarios:
¡Qué tierno!
Me encanta tu blog.
:)
Gracias por pasarte ;)
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