Siendo así, no podían faltar ellas, las vacas, pieza fundamental para esta escena. Los cerca de treinta ejemplares, entre vacas y terneros, que se han traído desde la Ramadería Escobilla, de Cataluña, volvieron a lucir sus mejores galas, convenientemente acicaladas con lacas y otros productos de belleza, para compartir escena con Javier Cámara y Carmen Machi, o lo que es lo mismo, Eliseo y Nati, los dos protagonistas de esta comedia romántica.
Ambos volvieron a enfundarse en los trajes de sus respectivos personajes para concluir el trabajo que comenzaron el pasado lunes. Entonces, tenían que grabar tres minutos y medio de diálogos y secuencias. La lluvia obligó a modificar en parte este plan de rodaje, ya que "sólo" les permitió grabar durante unas once horas, cuando lo previsto era que no fueran menos de doce. No obstante, se consiguió el objetivo y se pudieron filmar las escenas en la que Javier Cámara se enfada porque su vaca no resulta la ganadora del certamen de belleza al que la ha presentado, o la secuencia en la que Carmen Machi pasea a la flamante aspirante al título.
Movilizar a los figurantes, cerca de doscientos el lunes y en torno a un centenar ayer, ha sido una de las dificultades que ha encontrado el equipo de rodaje, acostumbrado en todo caso a salvar este tipo de situaciones. En esta última jornada se notó la reducción de extras, y también el hecho de que hubiera que grabar principalmente los planos complementarios a la acción recogida el lunes, además de algún nuevo diálogo entre Carmen Machi y Javier Cámara.
Así, la jornada de ayer, que se extendió hasta mediada tarde, se centró en grabar algunos planos generales de la plaza y esos pequeños detalles que quizás el espectador no aprecia en la gran pantalla, pero que echaría en falta si no estuvieran allí, como los planos cortos de los actores, las miradas que se cruzan entre ellos en un determinado diálogo o los "escorzos", esto es, la imagen de quien habla sin perder la espalda del que escucha.
Esto, que a priori puede parecer un trabajo sencillo, requiere sin embargo la coordinación y el esfuerzo de decenas de personas. Los equipos de fotografía, maquillaje, atrezzo, producción, iluminadores, sonidistas y así hasta completar un largo etcétera de profesionales, ponen todo su saber al servicio de la producción para que nada falle.
Y es que no es fácil conseguir, por ejemplo, que la luz sea exactamente la misma con la que se rodó el día anterior. "Pero si nos lo piden, lo hacemos", comentó a este periódico uno de los miembros del equipo. Su trabajo consiste en crear esos trucos que permiten que, en la producción final, uno no aprecie que dentro de la misma secuencia hay planos grabados en dos, tres o quién sabe cuántos días distintos.
También están pendientes de evitar los posibles fallos de "racord", es decir, de que si el actor levanta la mano derecha en una toma, sea esa precisamente la mano que levante cuando grabe el contraplano con su partener. Los detalles, como por ejemplo que los actores no graben una secuencia con reloj y la siguiente sin él, o que lleven la ropa, el maquillaje y el pelo exactamente igual que en el segundo que le precederá en la película final, centran la atención de estos profesionales, en total cerca de un centenar, que acaban formando entre ellos una gran familia. "Aquí, si somos todos profesionales, nos solemos conocer todos", y es inevitable que tras semanas de convivencia y de rodaje no acaben formando algo más que un grupo de trabajo.
Y es que, aunque pasan desapercibidos en muchas ocasiones y sus nombres apenas si aparecen en los títulos de crédito, sin ellos nada sería lo que parece. "Y los actores lo saben, aprecian nuestro trabajo porque saben lo importante que es", comentó el miembro del equipo, que como el resto de sus compañeros, tuvo que "lidiar" ayer con el numeroso público que se acercó al rodaje, controlando que no se cruzaran en las escenas personas que no fueran extras, y facilitando el trabajo al resto de sus compañeros. "Viene mucha gente, pero se están portando muy bien", guardando silencio cuando éste resulta imprescindible, esto es, cuando suena la palabra "acción", y desplazándose de un lado a otro de la plaza para facilitar una grabación que ayer tocó a su fin en este espacio, ya que hoy, cuando se espera la reincorporación de Hugo Silva al rodaje tras participar en la grabación en Lastiesas Altas, la acción se trasladará al Casino de Huesca, donde está previsto grabar durante toda la jornada secuencias interiores. Parece que no habrá muchas oportunidades para disfrutar de la presencia del más "grunche" de los Hombres de Paco, ni de esta sesión de rodaje, que se celebrará "a puerta cerrada" y de la que apenas se han dado a conocer detalles.
No obstante, se sabe que la acción principal será una boda en la que, como no podía ser de otra manera, habrá una gran tarta nupcial elaborada para la ocasión por la pastelería oscense Ascaso. Seis pisos de delicioso pastel con gran variedad de detalles, desde motivos florales hasta mariposas, y hecha a base de bizcocho, yema y merengue, pondrán la nota dulce a esta jornada, la penúltima de rodaje en Huesca, ya que el equipo de Nacho García Velilla grabará mañana, a partir de las 18 horas en la plaza de San Pedro, una verbena que se extenderá hasta bien entrada la madrugada, y se despedirá por el momento del Alto Aragón para poner rumbo a Zaragoza. El rodaje, no obstante, continuará este verano en las localidades de Ansó y Hecho.
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