sábado, 28 de febrero de 2009

Michelle Jenner : "En esta temporada va a haber muchas situaciones disparatadas"

Sergio Muñoz TVMás 27/02/2009

Sí, señores, Sarita se ha convertido en una poli dura. Aquellas coletas que tantos suspiros desataron durante la primera temporada de 'Los hombres de Paco' se esconden ahora bajo un uniforme, pero Michelle Jenner será siempre la niña de Los Pacos.

A la cámara le gusta Michelle Jenner. Es delgadita y no muy alta pero, ante el objetivo, sus ojos dan vértigo y sus piernas parecen kilométricas. Fuma de vez en cuando y se ríe con frecuencia.
No va de nada. Es una chica normal, que echa de menos la playa de su Barcelona natal y conserva a sus amigas de siempre. Y, sí, a veces no se ve guapa.
Esta catalana de 22 años ha protagonizado, junto a Hugo Silva, la historia de amor que ha mantenido en vilo a los espectadores de la serie de Antena 3 Los hombres de Paco. La escena de la boda, con ella herida ante el altar mientras su vestido de novia se tiñe de rojo alcanzó cuotas de pantalla superiores al 40 por ciento.

La relación de Sara, su personaje en la ficción, y Lucas (Hugo Silva) ha sido una de las más tórridas de la televisión. Y una de las más envidiadas. Ojo, por el público masculino y el femenino.
Ahora, en la séptima temporada que se está emitiendo, Sara es una mujer casada y una policía con un par. Ha pasado de Lolita a Lara Croft. Y tiene que hacer frente a dos ausencias: la de Hugo Silva, su marido en la ficción, y la de Adriana Ozores, su mamá madrileña, con la que está muy unida.

Pero Michelle Jenner tiene una voz en la que cabe un mundo. Y no es una metáfora. Ha sido Juana de Arco, Hermione en Harry Potter y ha dicho «buenos días, princesa», mientras un niño salía de un armarito en La vida es bella. Como actriz de doblaje empezó con seis años, aunque ya desde los dos hacía publicidad de flotadores en un anuncio para la tele.
Tiene dos películas pendientes de estreno este año, Circuit, que se rodó durante el pasado verano en Barcelona, e Íntimos y extraños, que pasó por el Festival de Valladolid y se trajo bajo el brazo el premio del público.


¿Y qué va a hacer ahora Sara sin Lucas? ¿No se meterá a monja o algo así...?
No, no. La relación entre ellos continúa, porque el personaje sigue ahí. Mantienen el contacto aunque él no esté. Se va a centrar mucho más en la trama policial, sobre todo acompañada por Aitor, aunque no va a haber trama amorosa entre los dos. Él sí sigue enamorado de Sara, pero la respeta y quiere que ella sea feliz. Y ella sigue completamente enamorada de Lucas.


O sea, que lo de Aitor no es una canita al aire aprovechando que Lucas está fuera...
No, no [risas].


Lucas y Sara son dos personajes que han tenido muy buena química. ¿A qué se debe ese feeling?
No lo sé. Yo creo que, además de Lucas y Sara, todos los personajes de la serie nos hemos hecho como una gran familia y enseguida hemos conectado. Yo creo que desde el principio nos caímos genial y quedábamos muy bien juntos en pantalla. Y eso se nota.


Algunos la califican, incluso, como la mejor historia de amor de la televisión... ¿Exageran?
Bueno... qué guay. Ha sido y es una historia muy bonita, que ha llegado mucho al público. Cuando empezaron, ella era una niña, tenía 15 años y parecía un amor imposible. Pero al final, luchando, han conseguido estar juntos, que es lo que querían.


Un vestido de novia manchado de sangre, como vimos en el último capítulo de la sexta temporada, ¿no da muy mal rollo?
¡Pero quedó muy chula la escena! [risas].


Otro personaje veterano, Adriana Ozores, también abandona la serie. ¿Cómo va a afectar eso a la trama?
Afectará sobre todo a Paco. Yo ya me he ido de casa y estaré viviendo con Silvia y con Pepa, entre mujeres. Y, aunque Paco estará viviendo con Mariano y con don Lorenzo, le falta la presencia de ella.


Usted ha dicho de Adriana Ozores que es su mamá madrileña. Explíqueme eso.
Es que aquí es como mi mamá y nos llevamos muy, muy bien y siempre me ha cuidado mucho. Es un amor de persona, aparte de que es una actriz increíble. Vamos, la quiero más que a nadie [risas].


Parece ser que esta temporada la serie se volverá más gamberra, tendrá más humor negro, como en sus orígenes. ¿Estaban cansados de tanta intensidad?
Hombre, es que ha habido épocas en la serie con bastante drama... Yo creo que eso es lo que caracteriza a Los Pacos, que no se centra en un género en concreto, sino que va tocando todos los palos. Pero sí, en esta temporada va a haber muchas situaciones disparatadas, como al principio.


¿Cómo ha sido la evolución de Sara en Los hombres de Paco? La hemos visto crecer delante de la pantalla.
Sara ha madurado. Ya no es una niña a la que le daban miedo las cosas, que simplemente estaba enamorada de su tito. Ha pasado mucho tiempo y ha vivido situaciones muy dramáticas que la han hecho madurar. Ha crecido, se ha hecho mujer y ahora es policía.


Usted ha dicho de Sara «Este personaje es como una Lolita de Nabokov». ¿Y eso?
Bueno, la han calificado así. Me lo han dicho siempre, sobre todo al principio. Era una niña intentando camelarse a su tío, que le sacaba 15 años o más. Sí, sí, era una Lolita...


Usted misma empezó muy joven. A los dos años ya hacía anuncios y a los seis doblaba películas. ¿Lo de ser actriz ya le venía con el biberón?
Pues casi, yo creo que me venía en la sangre. Mis padres también han sido actores. Mi padre fue presentador de music hall y mi madre fue bailarina, actriz...


Tiene una carrera muy prolífica en el doblaje, con decenas de títulos. ¿En qué lugar está ahora esa faceta?
Desde que estoy en la serie no hago tanto como cuando estaba en Barcelona, pero sigo haciendo cositas.


Su padre, Miguel Ángel Jenner, es uno de los grandes del doblaje de este país. Entre otras, es la voz habitual de Samuel L. Jackson o Jean Reno... ¿Qué ha aprendido de él?
Realmente, he trabajado muy poco con él. No por no querer, sino porque no se ha dado. Me ha enseñado lo importante que es cumplir. Que la persona está por delante de cualquier cosa, pero que luego en el trabajo es imprescindible ser muy trabajadora y, sobre todo, pasarlo bien haciendo lo que te guste.


¿A quién le gustaría ponerle voz?
No sé... quizá a Nicole Kidman. Pero son actrices que me pillan ya muy mayores... [risas].


Dejó su Barcelona natal y se vino a Madrid muy joven, con 18 años. ¿Cómo fueron esos comienzos?
Hombre, pues un poco difíciles. Tuve que venir a una ciudad nueva para mí donde, además, no conocía a nadie... Pero enseguida en la serie me recibieron y me acogieron. Todavía me siguen llamando la niña.


¿Y se siente muy protegida en Los hombres de Paco?
Sí, porque hemos hecho como una familia y con Adriana Ozores o Paco Tous, por ejemplo, ya tengo una gran amistad.


¿Qué es lo que más echa de menos Barcelona?
El mar y que allí está toda mi gente. Me gusta, por ejemplo, cuando voy en verano o en Navidad porque consigo recuperar esa rutina que tenía de quedar por la tarde con mis amigas, irme con mis padres a comer... Eso se echa de menos.


Por lo menos aquí se estará divirtiendo con la crisis del Real Madrid... ¿O de fútbol, nada...?
Soy muy poco futbolera. Soy del Real Madrid, pero tampoco muy forofa...


¿Es del Real Madrid siendo de Barcelona? ¿Y no lo verán como una traición?
No... [risas] Es que mi padre es de Madrid, entonces, desde pequeñita ya le veía a él.


Ha protagonizado portadas tremendas en revistas como FHM o Man y es una de las mujeres más buscadas en Internet. ¿Qué sensación le queda cuando media España babea por usted?
No sé, no lo pienso. Es que una foto... también es maquillaje, es peluquería, es ropa... entonces, salen muy bonitas. Es el conjunto de todo, no soy solamente yo. También tengo días en los que me levanto por la mañana y no estoy maquillada, que no he dormido casi y tengo ojeras. No sé, se hace raro.


Ha tenido, incluso, su propio personaje en el videojuego Los Sims 2. ¿Envidia de Angelina Jolie y su Lara Croft?
[Risas]. A mí me lo propusieron, me gustaba mucho el videojuego y dije «pues mira, vale...».

Parece que le gusta cantar y lo ha demostrado en la serie. ¿Tiene algún proyecto musical por ahí?
He tenido ofertas pero, de momento, me quiero centrar más en mi carrera como actriz. Es algo que me gusta, pero ya para meterte a nivel profesional es muy duro y muy difícil. Y tampoco considero que tenga tanta voz como para eso. Me gusta como hobby, con amigos.


¿La fama le sorprende?
De golpe, de la noche a la mañana, pasas de que nadie se fije en ti a que por la calle la gente te pare, te pida autógrafos... Incluso te sigue la prensa rosa, que es algo que no entiendo. Y hay momentos en los que se me hace muy raro, porque yo sigo siendo la misma persona, son los demás los que han cambiado su forma de verme. Y se hace raro.


¿Cómo vive el fenómeno fan? En Internet le llaman La diosa...
Ya, eso es una pasada. Pero también es porque salgo en una serie de televisión que se emite todas las semanas, que tiene mucha audiencia. Y sé que es el fenómeno del momento. También tengo los pies en la tierra y sé que dentro de un tiempo se acabará la serie y, si la cosa sigue bien, seguiré trabajando, y en el cine... En la televisión todo es muy repentino y muy exagerado.


Ha dicho en una entrevista: «Hago las mismas cosas que hacía antes». ¿Realmente puede?
Sí, se puede. Hombre, evidentemente ahora no voy a ir a la playa a hacer top-less, por lo que te he dicho de la prensa rosa. Pero tengo mi casa, tengo que ir al súper a hacer la compra, tengo que sacar a pasear a mis animales... Lo normal de una chica de mi edad.


Con lo joven que es, ¿piensa que ha tenido que sacrificar algo?
Hombre, sí. Cuando era pequeña yo salía del colegio y tenía que ir a hacer doblaje, y luego a un casting, clases de baile, clases de inglés... No he tenido una infancia tan normal, entre comillas, como mis amigas u otras chicas de mi edad. Pero infeliz no he sido para nada. He vivido cosas de adulta, como ya ir a trabajar con siete años. Pero también he tenido tiempo para disfrutar de mi infancia y estar con mis amigas. Y ahora lo agradezco, porque gracias a ese sacrificio, estoy donde estoy. Si no, no hubiera llegado.


¿Algún proyecto en la manga?
Pues prefiero no hablar de ellos. Hasta que no firmo las cosas y están seguras, no se sabe lo que va a pasar. Me gustaría tener muchos proyectos de cine buenos, que estamos en crisis y se nota... Y disfrutar de la vida.


jueves, 26 de febrero de 2009

Audiencia de ayer

'Los hombres de Paco' volvió a imponerse anoche a la serie de Telecinco. La producción de Globomedia superó los 3 millones de personas (3.127.000) con su mejor cuota de la temporada, un 19,1%. La serie de Antena 3 sube en una semana 2,7 puntos y logra ampliar todavía más su ventaja sobre 'Acusados'. Tras la ficción nacional, 'Sin rastro' marcó un 15,5%.
Por su lado, la serie de Ida y Vuelta en Telecinco registró un 15,5% con 2.665.000 espectadores. "Acusados" mantiene prácticamente la audiencia de la semana pasada al subir sólo una décima. En el late night, 'El juego de tu vida' perdió fuerza respecto al pasado miércoles al quedarse con una cuta de pantalla del 17,9%. El programa que presenta Emma García cae 1,7 puntos.
Otra que baja es La 1 de Televisión Española. A primera hora de la noche, 'Comando actualidad' perdió fuelle en su doble entrega. El prmer reportaje anotó un 12,3% y el segundo un 11,9%. Hace una semana el espacio debutó en el prime time del miércoles con medias del 14,5% y 14,3%, por lo tanto, cede entre 2,2 y 2,4 puntos respectivamente. Más tarde, el debate de '59 segundos' se tuvo que conformar con un 11,3% (743.000).
En Cuatro, el segundo episodio correspondiente a la tercera temporada de 'Cuestión de sexo' promedió un 7,5% al sumar 1.356.000 telespectadores. La serie no pudo mantener los registros de su estreno, la semana pasada, y cae 1,4 puntos. Por su lado, la serie 'Bones' en laSexta se impuso a la producción de NotroTV al registrar medias del 9,1% y 8,8% en su doble entrega. A partir de medianoche, destacó también el late show de Andreu Buenafuente. El programa de El Terrat firmó un gran 9,4% al seducir a 824.000 espectadores.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Un clavo quita a otro clavo

Mariano está decidido a casarse y ante la oposición de Paco, pide a Povedilla que sea el padrino. Paco está seguro de que Mariano va a cometer un gran error y pide a todos los demás que colaboren para sabotear la boda. Para la "misión", su primera idea es contratar a una meretriz que enamore a Mariano, pero es Don Lorenzo quien acaba ligando con ella. Cuando Mariano se entera, se enfada mucho con Paco.
Una mujer aparece muerta y Silvia descubre que el marido de la víctima se relacionaba con la banda de Uriarte, y particularmente con el hombre que le disparó en el estómago cuando estaba embarazada. Silvia quiere hacerle una autopsia a la mujer para poder inculpar al marido, y se deja llevar por su obsesión a pesar de que ni Montoya ni el juez autorizan la intervención.
Silvia está triste porque echa de menos a Pepa y se queda a pasar la noche en casa de Rita. Rita, en un intento de consolarla, malinterpreta los gestos de Silvia y piensa que está interesada sexualmente en ella. Rita comparte su preocupación a Montoya, que no termina de salir de su asombro.
Sara tiene pensado ir a visitar a Lucas por sorpresa, siguiendo los consejos de Aitor. Sin embargo, Aitor escucha una conversación telefónica en la que Lucas le dice a Paco que se va a una misión peligrosa y que no quiere que Sara se entere. Aitor no quiere delatar a Lucas, pero tampoco quiere que Sara se presente sola en Carolina del Sur y se lleve una decepción, por lo que busca una alternativa para impedir que se vaya de viaje. Por otro lado, los dos siguen investigando el coche de Sara, que parece tener mucho interés para alguien.

martes, 24 de febrero de 2009

Noticia sobre Aitor Luna (incluye video de la obra Hamlet)

Pasión de hombre


Lo habitual es verle en la serie Los hombres de Paco de Antena 3, pero lo que a él realmente le apasiona es el teatro. Más aún desde que trabaja a las órdenes de Tomaz Pandur en su Hamlet, un espectáculo para los sentidos que triunfa en las Naves del Español, en el Matadero de Madrid. Y es que pocas veces “los hombres de TomaZ” –Blanca Portillo incluida– han sido todos tan atractivos y con tanto gancho.

Entrevista A.G.C.
Foto Miguel A. Fernández








Llegas a las Naves del Español y enseguida te das cuenta de que allí no se prepara una función convencional, por mucho que sea el Hamlet de Shakespeare lo que se anuncia. En la amplísima zona que es la vez foyer y bar hay un movimiento inusitado. Y una concentración de jóvenes actores ante la que resulta imposible quedar indiferente. Todavía de calle, antes de empezar a ensayar, se ve a Quim Gutiérrez, Asier Etxeandia o a Félix Gómez.

Calentando en un rincón, en chándal, haciendo sentadillas y lo que tercie, Hugo Silva y Damiá Plensa. Casi pasa desapercibida, sentada en la barra, en albornoz, Blanca Portillo. Para Tomaž Pandur, que ya la dirigió en Barroco, ella es Hamlet. Y Aitor Luna es uno de los dos Guildenstern que tiene su montaje (Santi Marín es el otro, y junto a ellos, dos Rosencrantz, Eduardo Mayo y Damiá Plensa).

Aitor nos recibe con una sonrisa de oreja a oreja, feliz de formar parte de esta aventura: “Es increíble, tío”. Con eso prácticamente lo ha dicho todo. Hoy, a pesar de su disposición, no está para hablar mucho. Compagina el rodaje de los nuevos capítulos de Los hombres de Paco con los intensísimos ensayos a los que les somete Pandur, y apenas le queda tiempo para descansar. No se queja, sino que se disculpa por su escasa facilidad. Eso sí, su expresión lo dice todo. “Trabajar con un visionario como Pandur es especial, y formar parte de este reparto también; todos los actores son increíbles, además de que muchos ya eran colegas míos”. Una visita al increíble espacio en donde se desarrolla la función (“resulta muy cinematográfico”) te deja, como a Aitor, sin palabras.

“Es que hasta que no lo ves todo no te puedes ni imaginar cómo es este Hamlet. Obviamente, las palabras son de Shakespeare, pero la forma de contarlo es de Pandur, que rompe con todo”. Una alianza jugosa que ya había convertido antes de su estreno esta función en uno de los acontecimientos teatrales de la temporada. “Tomaž te da mucho margen para jugar e investigar, por lo que los ensayos se disfrutan muchísimo. Ni te imaginas lo que se puede aprender cada día, porque no hay que olvidar que en el reparto están Manuel Morón, Susi Sánchez o Blanca Portillo. Ver currar a Blanca es como hacerte un curso intensivo de interpretación. No sé cómo puede con todo: rueda su serie [Acusados] por la mañana y está aquí por las tardes. Mira que lo mío es parecido y estoy muerto...”.

Su cara no le delata –estaría bueno que a los 27 años se le viese el esfuerzo por enfrentarse a dos proyectos simultáneamente–, pero el tono de voz sí sugiere el cansancio del que habla. Enseguida se viene arriba, hablar de este Hamlet le pone a cien: “el vestuario de David Delfín es diferente, muy guapo”, “lo que más me fastidia es no poder ver el espectáculo, porque estoy dentro”... Anuncia que su personaje tiene más enjundia –o mejor, presencia– de lo habitual en esta versión de Pandur, aunque prefiere no desvelar demasiado. Sí confirma que, como viene siendo habitual en los montajes del esloveno, el componente homoerótico no pasa desapercibido.

“Es más fuerte de lo que te puedas imaginar; carne hay”, apunta. “Bueno, carnaza, porque mira los tíos que me acompañan”. Dada la concentración de actores guapos, es de imaginar que la tensión que provoca tanta belleza concentrada se debe sentir no solo en escena, también en camerinos. “Si eres gay, la debes sentir mucho más, porque es mucha la testosterona”, dicho lo cual explota a reír.

Aitor Luna siempre ha sentido una atracción especial por los escenarios. Curtido en el café-teatro en el País Vasco, donde también fue animador y performer callejero, tuvo su primera gran oportunidad sobre las tablas el verano pasado con Miles Gloriosus, que representó en Mérida. Formar parte de este Hamlet le recuerda que “esto es lo que yo quiero hacer con mi vida”. ¿Y la serie? “Es otra historia”, afirma con cierta desgana. “No es que no esté a gusto, pero tampoco es que allí tenga oportunidad de demostrar gran cosa”. Agradece que no le ocurra como a su hermano, Yon González (El internado), y que su trabajo televisivo no le haya reportado una popularidad que no desea.

“A mi hermano se lo comen. Y a mí, de rebote. Pero en mi caso no es nada excesivo, voy muy tranquilo por la calle. Ahí estoy para apoyar a Yon cuando se agobia, porque en ocasiones es duro: todo el día en las revistas de niñas, que es algo que te aporta poco y provoca que no te dejen vivir... Yo evito ese tipo de promoción porque la popularidad que te da no sabría cómo llevarla”.

LA OBRA HAMLET SE REPRESENTA EN LAS NAVES DEL ESPAÑOL DEL MATADERO (PASEO DE LA CHOPERA, 14 · MADRID) HASTA EL 12 DE ABRIL.

Fuente:http://www.shangay.com/?q=node/7628